Verísima Natura soy yo. Fuerza, ilusión, optimismo, pasión. Creo en la verdad, la ternura y la fuerza de la naturaleza. Me he criado en una familia de gente humilde, agricultores, mi padre lo era como mis abuelos, igual que mi hermano Ángel también lo es. 

Recuerdo ayudar de muy pequeña en casa, en las tareas domésticas, en el campo. Recuerdo los atardeceres sin fin, correr entre viñas, merendar bajo los olivos, tardes de pan, aceite y juegos. Miro hacia atrás y sonrío, son los recuerdos más bonitos. Del campo me fui a la ciudad, a Madrid, inmensa, para dar rienda suelta a mis inquietudes y a mi pasión por las matemáticas. Es lo que estudié. 

Soy racional como las matemáticas y pasional como la tierra que me ancla a mi niñez. Amo las ciencias, pero creo profundamente que las humanidades son esenciales para que lo que construyamos merezca la pena. Por eso, confío en el origen, en la familia, soporte de nuestras vidas. Por eso, todos mis esfuerzos van dirigidos a dejar una buena huella en los que me quieren y un planeta mejor a nuestros hijos. 

Cuando murió mi padre, mi hermano quiso que la tierra siguiese siendo de los dos, el legado familiar. Su deseo se ha convertido en nuestro sueño. Y eso es Verísima para nosotros, un viaje sin retorno a la tierra, a nuestros orígenes, al sabor puro de nuestras vidas. Cada mañana me levanto pensando que hay mucho por hacer, que será un buen día. Ese es el espíritu de nuestra empresa. Eso es Verísima Natura.